IN-HABIT conecta a Bogotá y Medellín con ciudades europeas, intercambiando soluciones urbanas para beneficiar a más de 11 millones de residentes, al tiempo que aborda desafíos en materia de inclusión, zonas verdes y salud pública

Como parte del proyecto de investigación IN-HABIT H2020 financiado por la UE (INclusive Health And Wellbeing In small and medium size cities), coordinado por la Universidad de Córdoba, que tiene como objetivo fomentar la salud inclusiva y el bienestar en las zonas urbanas a través de soluciones innovadoras y sostenibles, representantes del proyecto visitaron Bogotá y Medellín el pasado mes de noviembre. Estas visitas forman parte de la misión del proyecto de crear ciudades más sanas e inclusivas integrando soluciones basadas en la naturaleza, las artes, la cultura y la tecnología en la planificación urbana.

En Bogotá, la delegación se reunió con agentes locales, urbanistas e investigadores para debatir las mejores prácticas en la mejora de los espacios verdes urbanos y su impacto en la salud pública y la cohesión social. En la capital colombiana, realizaron una visita de campo a las innovaciones sociales y cívicas en torno al TransMiCable (teleférico de Bogotá) donde quedó demostrado que las comunidades locales, con ayuda del sector privado, mejoran las zonas verdes y públicas para mejorar la calidad de vida. De esta manera, expertos europeos y colombianos trabajan juntos para poner de relieve los retos compartidos y los enfoques innovadores para crear espacios urbanos inclusivos.

Lina González, subdirectora de la Secretaría de Hábitat del Ayuntamiento de Bogotá, precisó que la quinta parte del área urbana de Bogotá es de origen informal. Alberga el 33% de la población y el 28% de las viviendas de la ciudad, de las cuales, el 54% son de familias de bajos ingresos en condiciones de vulnerabilidad, y comenta «la Subdirección de Barrios es la encargada de formular el PIMI Hábitat, el Plan de Intervención para el Mejoramiento Integral del Hábitat en barrios de origen informal o en proceso de legalización urbanística. Este instrumento normativo permite priorizar, formular y adoptar planes de acción en los territorios con mayor déficit significativo desde la articulación interinstitucional para el mejoramiento del hábitat.»

Por otro lado, en Medellín, el equipo exploró los diferentes recursos de IN-HABIT, como las soluciones basadas en la naturaleza, el arte, el vínculo humano y animal, la alimentación y la tecnología en tres barrios de la Comuna 9. La replicación en Medellín, donde el proyecto aún se encuentra en fase de escalabilidad, se fundamenta en la metodología de Investigación Acción Participativa y en el programa Neurociencias Aplicadas a las Organizaciones. Esta iniciativa busca avanzar en la neurociencia traslacional, acercando los métodos, tecnologías e infraestructuras científicas a la vida cotidiana y a las comunidades no científicas.

Katy Luz Millán Otero Investigadora (Universidad Luis Amigó, Medellín), comentó: «Aquí la replicación adaptó sus métodos e integró elementos de cada ciudad IN-HABIT: de Córdoba, la riqueza cultural y los activos tangibles e intangibles. De Lucca, la evidencia sobre los vínculos humano-animales y las interacciones multiespecies, de Nitra, el enfoque en los espacios funcionales y el arte para el bienestar de la comunidad, y de Riga, la relación entre los seres humanos y los alimentos como marco para la psicología».

Aquí el proyecto ha alcanzado la replicabilidad en tres barrios de la Comuna 9, donde, alrededor de 2.000 personas conocen o han interactuado con IN-HABIT a través de medios locales y plataformas digitales. El impacto previsto incluye la participación de más de 200 niños de clubes deportivos locales, 300 adultos jóvenes y sus familias, 100 adultos mayores, grupos de danza urbana, equipos de cocina y artistas, beneficiando potencialmente hasta 1.000 personas al mes, teniendo en cuenta la población transeúnte de estos barrios.

Juan Diego Betancur Arias, investigador principal (Universidad Luis Amigó, Medellín) comentó: «los principales retos para la replicación en Medellín incluyen el desarrollo de una comprensión integral del proyecto de investigación a través de un enfoque participativo y localizado, así como, la adaptación de los elementos científicos y metodológicos de ciudades anteriores al contexto local de Medellín, asegurando un compromiso efectivo con comunidades específicas de la Comuna 9, particularmente en los barrios de Miraflores, El Salvador y Asomadera». El compromiso es la clave. Ambos comentaron: «Como decimos en Medellín, me comprometo, investigo, gestiono para mí y para los demás. Soy IN-HABIT. En Medellín somos IN-HABIT».

Estas visitas reflejan el compromiso del proyecto IN-HABIT con el intercambio global de conocimientos, tendiendo puentes entre ciudades europeas y latinoamericanas para alcanzar objetivos compartidos de bienestar y resiliencia urbana. Tanto Bogotá como Medellín ofrecieron ejemplos inspiradores de cómo las prácticas urbanas inclusivas pueden impulsar un cambio transformador para lograr comunidades más sanas y equitativas.

Acerca de IN-HABIT
INclusive Health And Wellbeing In small and medium-sized cities (IN-HABIT) pretende identificar soluciones visionarias e integradas para promover la salud y el bienestar inclusivos en ciudades pequeñas y medianas. En cada una de las cuatro ciudades piloto (Córdoba, Lucca, Nitra y Riga), el proyecto investiga cómo la movilización de recursos infravalorados existentes, como la cultura y el patrimonio, la alimentación, los vínculos entre humanos y animales, y el arte y el medio ambiente, podría contribuir a impulsar la salud y el bienestar, con especial atención al género, la diversidad, la equidad y la inclusión.

El proyecto ha recibido financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea en virtud del acuerdo de subvención nº 869227.